Los accidentes de tránsito son de las cosas más terribles que existen en el mundo periodístico (aunque para muchos amarillos son de lo mejor para la primera plana). Y, aunque es obvio que estas imágenes
atrapan más público que las de un gatito jugando con una bola de estambre (eso lo sabemos bien), siempre es importante tomar conciencia que el automóvil es un arma mortal, aunque en este caso
la culpa no fue de los coches en sí sino del conductor del tren.
Observen bien:
vagones y vagones de trenes destrozados y unos 18 modelos de
Porsche recién salidos de fábrica
desparramados horriblemente por todas partes (dolorosas imágenes al corazón y, especialmente, al bolsillo). Este hecho se dio en
Dillenburg, Alemania, y gracias a Dios no hubieron heridos, más que los pobres automóviles. Qué desperdicio!
Cómo sucedió esto? El hecho ocurrió
el 5 de noviembre pasado, cuando el conductor de la locomotora del tren que llevaba los coches, en una maniobra realmente inconciente,
hizo marcha atrás y colisionó semejante maquina contra otro tren que estaba detrás… y pueden ver el resultado (hierros retorcidos por todas partes).
Duele en el alma, aunque
hechos así no son algo nuevo en el mundo de los coches: ya vimos a
un Ferrari F430 Spider destrozado en una carretera holandesay a
un BMW 135i hecho polvo en Australia. Hoy la tragedia tomó partido
en Alemania y la cifra de pérdidas se elevó hasta las nubes: los daños se estiman en
más de 1 millón de euros, sin contar los trenes.