La historia se remonta al verano de 1939 cuando, después de ganar un concurso de diseño que le sacó del anonimato, Borg recibió del gobierno nazi el encargo idear un logotipo para la planta de Volkswagen.
El que hoy es el mayor grupo automovilístico de Europa era entonces una fábrica recién creada para la producción de un "automóvil del pueblo" (en alemán, Volkswagen) accesible a muchos ciudadanos germanos.
Borg envió su diseño, pero pocos días después comenzaba la Segunda Guerra Mundial y Volkswagen se dedicó a fabricar armamento.
El proyecto quedó oficialmente congelado hasta el final de la contienda. Fue entonces cuando Borg comenzó a ver por todas partes automóviles con el logotipo que, según su versión, él mismo diseñó.
Desde que el diseñador escribiera su primera carta de reclamación al fabricante de vehículos en 1952, la compañía ha mantenido siempre la misma versión: el logotipo de la marca se basa en bocetos registrados legalmente antes de que Borg realizara el suyo.
Manfred Grieger, experto en asuntos históricos del departamento de comunicación de Volkswagen, explicó a EFE que el logotipo actual se inspira en otros dos presentados al registro oficial en 1938.
El diseño actual, con ambas letras unidas dentro de un círculo simple, se creó por orden de gobierno militar británico en 1945, ya después de la guerra, y fue patentado en 1948.